Si permanezco cierto tiempo en los lugares, cultivo buenas amistades y me llevo lo mejor de un viaje como este en el bolsillo: la gente. Los viajes son la gente, los lugares son la gente, los países son la gente. Si la gente no me gusta, el lugar no me gusta. Si no me gusta la gente, no estoy viajando, porque no estoy conociendo y no estoy aprendiendo, ni de los demás ni de mí misma.