Pilar Tejera

Hace casi 100 años, una pareja de recién casados decidió como viaje de novios, cubrir en motocicleta la distancia que separa el norte de Polonia de Shanghai.

«Seremos viajeros, descubriremos el mundo aprendiendo por el camino de nuestros propios errores» … algo así debieron decirse pocos días antes de despegar de su casa, en junio de 1934 a bordo de su motocicleta Birmingham Small Arma (BSA) equipada con un sidecar.

Tardaron dos largos y penosos años, pero lo lograron.

al poco de dejar Europa, comprobaron que habían elegido un modelo poco idóneo para cruzar junglas y desiertos.

viviendo a veces durante meses en chozas provisionales a la espera de piezas de repuesto de la moto.

Pasaron muchas horas empujando la motocicleta sobre la arena y los pozos de lodo, pensando que habían alcanzado su límite al toparse con los ríos. Varias veces se vieron obligados a desmontar el sidecar y la motocicleta para poder transportar el vehículo pieza por pieza.

Después de su hazaña decidieron quedarse en la ciudad china durante unos meses para recuperarse, pero en 1937 la guerra chino-japonesa estalló sorprendiéndolos con sus planes de regresar a casa.

Stanisław hizo algunas misiones delicadas para conseguir información y decidió quedarse para informar sobre el conflicto como corresponsal para la prensa polaca. Halina en cambio logró regresar a casa.

Tiempo después, la II Guerra Mundial los separó de nuevo. Stanisław vio la forma de contribuir con el bando aliado de la forma que mejor sabía, viajando y trabajó durante cinco años para la RAF británica transportando equipo militar estadounidense desde Ghana a El Cairo.

Ambos compartían un profundo y recíproco sentimiento de pertenencia de modo que no se lo pensó dos veces y abandonó Polonia con el hijo de ambos.