ue sumergen al lector en una época que cubre todos los aspectos de la humanidad. En cambio El guardián entre el centeno de J. D. Salinger abarca solo unos pocos días y nunca se aleja del protagonista, ese adolescente confuso llamado Holden Caulfield. También tenemos Ulises, de James Joyce, que serpentea durante casi ochocientas páginas, entrando y saliendo en diversas mentes y estilos, pero siempre dentro de los confines de un único día dublinés.