Algunas niñas habrían pedido un poni, un móvil nuevo o un día de tiendas en el centro comercial con sus amigas. Otras, asientos de primera fila para el concierto de la banda de chicos de moda o una cita con alguien realmente genial, como, no sé, Percy Jackson, por ejemplo. (¿Qué pasa? No sería tan raro…).