31 de julio, día dedicado a su recuerdo, reza:
Memoria de san Ignacio de Loyola, el sacerdote, que nació en Gascuña, en España, vivió en la corte del rey y el ejército, hasta que, gravemente herido en una pierna, se convirtió a Dios; completó sus estudios de teología en París, y allí se unieron a él sus primeros compañeros, quienes más tarde formarían la Compañía de Jesús en Roma, donde se llevó a cabo un ministerio fructífero, dedicándose a escribir varias obras y a la formación de discípulos, para la mayor gloria de Dios.