Juan Rulfo

"El día que te fuiste entendí que no te volvería a ver.

Quisiera volver al lugar de donde vine.

¿La ilusión? Eso cuesta caro. A mí me costó vivir más de lo debido.

Miraba caer las gotas iluminadas por los relámpagos, y cada que respiraba suspiraba, y cada vez que pensaba, pensaba en ti, Susana."

Tú eres ahora mi sueño. El mejor y el más hermoso de mis sueños. Un sueño que se puede tocar; que tiene ojos que lo miran a uno y boca tibia y dulce que lo hace a uno amar más la vida. Que tiene corazón y un alma noble y amiga en quien uno puede poner toda su fe.

"El día que te fuiste entendí que no te volvería a ver. Ibas teñida de rojo por el sol de la tarde, por el crepúsculo ensangrentado del cielo; Sonreías.

y yo en un plan de prometerlo todo.

Y las sombras. El eco de las sombras

La madrugada fue apagando mis recuerdos. Oía de vez en cuando el sonido de las palabras, y notaba la diferencia. Porque las palabras que había oído hasta entonces, hasta entonces lo supe, no tenían ningún sonido, no sonaban; se sentían; pero sin sonido, como las que se oyen durante los sueños

El aire nos hacía reír, juntaba la mirada de nuestros ojos