Darío Sztajnszrajber

No estoy angustiado por nada concreto y es que de eso se trata esta angustia: de nada en concreto. Si hubiera algo en concreto, lo resolveríamos; pero como no hay nada en concreto, no puedo ni resolverlo ni no resolverlo.

Sócrates lo pone en evidencia: como la verdad no es cuestión de este mundo (la haya o no la haya, y además, haya o no haya otro mundo), entonces la única certeza contundente es que los que hablan en nombre de la verdad, o son unos ignorantes, o son unos hijos de puta.

Es que escapar no es ir para adelante sino retirarse.

Siempre hay un otro. Un otro del otro que no es el otro, esto es, del otro que el pensamiento binario constituye como tal.

Las frases también son huellas que dejan huellas. No somos más que huellas. O sea, la presencia como ausencia. O sea, escape.

La pregunta que inquiere y no la que busca una respuesta. Una pregunta con respuesta nos calma. Una respuesta que aun puede ser abierta con una nueva pregunta nos moviliza. Y si cada nueva respuesta puede a su vez ser abierta, alcanzamos lo abierto. Lo abierto angustia. Lo cerrado angustia. Todo angustia. El todo angustia. La nada angustia…

nada es en sí mismo natural, ni nada es de por sí necesariamente de un único modo