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Natalia Ginzburg

  • Lili Joaquínhas quoted2 years ago
    desnudar las raíces del propio silencio
  • Mobsmobahas quoted2 months ago
    Ahora bien, cuidado: no es que uno pueda esperar consolarse de su tristeza escribiendo. Uno no puede abrigar la ilusión de que el propio oficio lo acaricie y lo acune. En mi vida hubo domingos interminables, desolados y desiertos, en los que deseaba ardientemente escribir algo para consolarme de la soledad y el aburrimiento, para ser acariciada y acunada por frases y palabras. Pero no hubo manera de que me saliera una sola línea. En estos casos, mi oficio siempre me
  • Mobsmobahas quoted2 months ago
    rechazó, no quiso saber nada de mí. Porque este oficio no es nunca un consuelo o una distracción. No es una compañía. Este oficio es un amo, un amo capaz de azotarnos hasta hacernos sangrar, un amo que grita y condena. Nosotros debemos tragar saliva y lágrimas, apretar los dientes, secar la sangre de nuestras heridas y servirlo. Servirlo cuando él nos lo pide.
  • Mobsmobahas quoted2 months ago
    lo que respecta a la educación de los hijos, creo que no hay que enseñarles las pequeñas virtudes, sino las grandes. No el ahorro, sino la generosidad y la indiferencia hacia el dinero; no la prudencia, sino el coraje y el desprecio por el peligro; no la astucia, sino la franqueza y el amor por la verdad; no la diplomacia, sino el amor al prójimo y la abnegación; no el deseo del éxito, sino el deseo de ser y de saber.
  • martehas quoted5 months ago
    Las fechas son importantes e indicativas, pues explican los cambios de estilo
  • martehas quoted5 months ago
    Cuando empezaba a caer la primera nieve, una lenta tristeza se apoderaba de nosotros. Nos sentíamos como exiliados: nuestra ciudad estaba lejos, y lejos, los libros, los amigos, las vicisitudes varias y cambiantes de una verdadera existencia
  • martehas quoted5 months ago
    Cuando empezaba a caer la primera nieve, una lenta tristeza se apoderaba de nosotros. Nos sentíamos como exiliados: nuestra ciudad estaba lejos, y lejos, los libros, los amigos, las vicisitudes varias y cambiantes de una verdadera existencia
  • martehas quoted5 months ago
    Por eso estamos obligados a buscar siempre nuevas fuerzas, una nueva dureza que oponer a cualquier realidad. Nos vemos empujados a buscar una serenidad interior que no nace de las alfombras ni de los jarrones con flores
  • martehas quoted5 months ago
    No hay paz para el hijo del hombre. Los zorros y los lobos tienen su guarida, pero el hijo del hombre no tiene dónde apoyar la cabeza. Nuestra generación es una generación de hombres. No es una generación de zorros y de lobos. Cada uno de nosotros tendría muchas ganas de apoyar la cabeza en algo; cada uno de nosotros tendría ganas de una pequeña guarida seca y caliente. Pero no hay paz para los hijos de los hombres. Cada uno de nosotros, se ha ilusionado alguna vez en su vida con poderse dormir sobre algo, llegar a tener una certeza cualquiera, una fe cualquiera y darle al cuerpo reposo. Pero todas las certezas de entonces nos han sido arrancadas y la fe ya no es algo sobre lo que al fin se pueda dormir.
  • Ivana Melgozahas quotedlast year
    Igual que si llegaras tarde a una cita con amigos, escucharas una anécdota precipitarse al desenlace y te correspondiera imaginar qué la originó, cómo se enfrentaron a ella sus protagonistas: así ocurre en los relatos de Natalia Ginzburg. La autora nos cuenta las historias cuando ya se ha apagado la luz de la habitación de los niños, y algo sucede al otro lado de la pared donde están los adultos
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