quiero que me diga que tengo ataques de pánico. A una mente sana le cuesta aceptar que no lo está. No es como romperte una pierna. Eso no da vergüenza. No hay escayola para el coco y para que tus colegas te la firmen y te dibujen una polla, así que vamos cojeando por la vida con el estigma, el miedo, la vergüenza y fingimos que todo va bien. Pero luego cuando alguien bebe para automedicarse y se acaba matando, todos se preguntan por qué.