colores, botones, corchetes y cremalleras. La ratita puso la moneda sobre el mostrador y preguntó:
—¿Qué me puede usted vender con esta moneda, don Braulio?
El comerciante se lo pensó un buen rato y luego dijo:
—¡Ya lo sé! Precisamente acaban de traerme una cinta roja que es una maravilla...
Le mostró la cinta a la ratita y ésta quedó prendada enseguida de aquel tacto tan suave y aquel color tan intenso