Su mente vagabundeó, pensando en su estancia en Grand Isle, e intentó descubrir en qué había sido este verano diferente a todos y cada uno de los veranos de su vida. Sólo podía darse cuenta de que ella, su actual yo, era de algún modo distinto de su yo anterior. Aún no sospechaba que era ella la que, mirando con otros ojos, estaba aceptando dentro de sí misma nuevas circunstancias que influían en su entorno y lo transformaban.