me hizo abrir todas las ventanas del oscuro, precario y tentador desván existencial que llevaba conmigo. Ahora hay luz y puedo visitarlo de vez en cuando sin abatirme. Pierre Anthon podría tener lógicamente razón si observamos la vida a largo plazo. Pero la cuestión es que no vivimos en el largo plazo, vivimos en el corto, aquí y ahora. Ha abierto mis ojos a lo verdaderamente sorprendente que es la vida, cuando no la reprimimos con artificiales y auto impuestas reclusiones.