Trotalibros Editorial

  • Renato Blaz Ruizhas quoted9 months ago
    Cierto que en un momento perdió el equilibrio y cayó en un hoyo lleno de sombras; pero, por lo demás, fue un rato agradable, y el pequeño disgusto se desvaneció de inmediato ante lo que vería a continuación: el gran río que emergía silencioso y transparente del hielo a través de ella, limpiándola, elevándola, diciéndole algo, precisamente lo que necesitaba.
  • Renato Blaz Ruizhas quotedlast month
    sentó junto a la ventana; la noche estaba escarchada de estrellas; escarcha en el cielo y escarcha en la tierra; la Vía Láctea brillaba clara e intensa, y los árboles negros de Blawearie agitaban sus ramas sin hojas contra la ventana con un destello blanco por la escarcha; y durante horas observó por todo el campo el parpadeo de las luces de parafina de las granjas hasta que se encogieron y apagaron, dejándola en un mundo que bien podría haber estado muerto de no estar ella viva.
  • Ann Lophas quotedlast month
    La juventud y la antigüedad suelen combinar muy bien. E
  • Ann Lophas quotedlast month
    Tenía cuarenta y ocho años, una edad en la que empieza a ser difícil cambiar de costumbres.
  • Ann Lophas quotedlast month
    Ser profesor es completamente distinto, es importante, ¿no te parece? Influir en los que van a crecer, en los que van a ser tan decisivos en el mundo…
  • Ann Lophas quotedlast month
    ¿Qué importancia tenían las emociones, en realidad, cuando su último rastro desaparecía de la memoria humana?
  • Ann Lophas quotedlast month
    esta paradoja entre la vejez y la juventud, era lo que el mundo llamaba «progreso».
  • Ann Lophas quotedlast month
    «Vivir es relacionarse, gozar y padecer, desear, aborrecer y amar. La lectura es vida artificial y prestada, el usufructo, mediante una función cerebral, de las ideas y sensaciones ajenas, la adquisición de los tesoros de la verdad humana por compra o por estafa, no por el
  • Ana Saenzhas quotedlast year
    Aparté la vista y traté de no pensar en ellos y me repetí lo que me había dicho una enfermera: «Cuando salgas del hospital debes olvidar todo lo que has visto, tienes que quitártelo por completo de la cabeza, como si nunca hubiera ocurrido; vete y vive una vida normal en el mundo de ahí fuera».

    Y por lo que he escrito en este documento, ya habrán visto ustedes que la he obedecido, ¿a que sí?
  • Ana Saenzhas quotedlast year
    Durante mucho tiempo estuve dándole vueltas a aquella reflexión. ¿Tendría razón? ¿Se reducía a fuegos artificiales toda esa literatura que tantos sentimientos y reflexiones me despertaba? ¿Era más real una demanda que una novela? Ahora era aquel interrogante el que se reía de mí, el que estimulaba mis inseguridades: «Saltas del barco de la verdad para entregarte al canto de esa sirena traicionera, te vas a ahogar en esa mentira dulce y mortal», rugiendo como un Hamlet indignado: «¿Pudisteis abandonar las delicias de aquella colina hermosa por el cieno de ese pantano?».
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