Aquellos de los que se suele afirmar que “siempre ha sido así y siempre lo será”, en expresiones tales como “La prostitución es el oficio más viejo del mundo” o “Los hombres siempre serán más fuertes, más violentos y más promiscuos… Son hombres y eso no hay quien lo cambie”, en referencia, por ejemplo, a las causas de la violencia contra las mujeres […].
El feminismo, no hace falta decirlo, no habría avanzado sin los cambios legales y otras reformas estructurales del espacio público ligadas al estado de bienestar, pero su consolidación real es producto igualmente de la lucha por captar las mentes y propiciar el empoderamiento personal y colectivo de las mujeres en su vida cotidiana y en sus interacciones en el resto de los contextos de la acción social.