curioso, Silvano; en griego, cada piedra tiene su nombre, y, poco a poco, entenderás por qué: la piedra de los montes se llama πέτρα [petra]; la roca áspera de los cantiles, βράχος [vrahos]; la piedra pequeña y dura, στῖον [stíon]; la piedra tallada, λίθος [lithos]; pero sólo la piedra suave y ovalada que ha lamido el mar puede llamarse λᾶας41 [laas].