la rebelión fue reprimida, con más de medio millón de judíos muertos, por el emperador romano Adriano quien erradicó a los judíos de Jerusalén y de la zona. Adriano, en su intento por eliminar la influencia judía, impuso el nombre de Siria Palestina a la zona que los romanos llamaron antes Iudaea —Judea, el antiguo Reino Unido de Israel