Ustedes —dice Villanelle. ¿Cómo sería, se pregunta, perderse en esa mirada de oro? Sentir esa boca olorosa a humo sobre la suya. Está disfrutando el momento; sabe que ambos, Olivier y Nica, la desean. Creen que están jugando con ella y Villanelle les va a seguir la corriente para que lo sigan pensando. Será divertido manipularlos, ver hasta dónde llegarían.
—Tengo una sugerencia —dice Olivier y, en ese momento, el teléfono que Villanelle lleva en el bolso empieza a parpadear. Un mensaje de una sola palabra: desvío. Se levanta sin ninguna expresión. Mira a Nica y a Olivier, pero en su mente, ellos ya no existen. Sale sin decir una palabra y, en menos de un minuto, se incorpora en su Vespa al flujo de tráfico que se dirige al norte