François Jullien

La verdadera vida comienza a emerger en la vida cuando empiezan a fracturarse los marcos constituidos, codificados, delimitados y asimilados de la experiencia que la repliegan a una normalidad que es siempre facticia, que encierra en la seudovida.

Hasta tal punto que vivir, empezar a vivir efectivamente, será empezar por desaprender lo que se cree haber aprendido de la vida y que no era sino seudovida.

«para cuando aprendemos a vivir…» —para cuando aprendemos a vivir gracias a las experiencias vividas, a lo negativo afrontado— «… ya es demasiado tarde» para aprovecharlo.