Manuel Marsol

  • Nancy Castrohas quoted4 months ago
    creemos que Calia nació con un pincel en la mano y que, con los rastros de la sangre, del líquido amniótico y del tapón mucoso, se hizo la primera acuarela.
  • Wilmar Rodríguezhas quoted10 months ago
    Pero el verdadero paseante ama caminar porque, lejos de distraerle, propicia la uniforme y abundante fluidez de una meditación apacible y semiconsciente.
  • betzcclhas quoted2 years ago
    El rijoso pintor barroco Michelangelo Merisi da Caravaggio, aficionadísimo al juego, vivó sus últimos años en el exilio por haber dejado a un contrincante atravesado a espada en una cancha de tenis. La calle en la que sucedió el crimen todavía se llama «via della pallacorda» –«calle de la red y la pelota»– en memoria del incidente
  • Felipe de Jesús Martínez Garcíahas quoted6 months ago
    No creo que sea casualidad que, en México, para referirnos a la muerte de alguien digamos que «colgó los tenis», que «salió con los tenis por delante». Somos sólo nosotros mismos, estamos en proceso de descomposición, jodidos. Usamos tenis. Vamos y venimos del mal al bien, de la felicidad a las responsabilidades, de los celos al sexo. El alma de un lado al otro de la cancha. Éste es el saque.
  • Fátima MAhas quotedlast month
    Por si no te ha quedado claro: mi hermana tiene tres años y además no habla, ¿okey? Es decir, no quiere hablarnos. No le parece interesante. Mover la boca, sacar el aire y transformarlo en palabras no es de su interés y Calia no hace nada que le resulte aburrido. En algunas cosas de la vida, mi hermana es sencillamente admirable. No pierde el tiempo. Ni siquiera con su familia. Ni siquiera con las moscas que continúan posándose encima de ella. Calia es paciente y no las espanta. Calia es el país ideal para las moscas.
  • Fátima MAhas quotedlast month
    Cada familia es diferente y rara a su manera, pero la nuestra se llevó la medalla de oro en la competencia olímpica de la disfuncionalidad.
  • Fátima MAhas quotedlast month
    Pero claro: estabas equivocada. Hay que ser muy hembra para admitir que los sueños de la maternidad son una utopía. Hay que ser muy hembra para no escupir a los tres pedazos de hijos de puta que se alimentaron de ti, que nunca te sonrieron, que jamás te han querido y que tienen objetivos bien trazados en sus pequeñas vidas de miserables.
    Hay que ser muy hembra para llegar a una conclusión semejante: amar a los hijos no es una condición biológica, sino un proceso de aprendizaje que puede verse frustrado ante cualquier circunstancia.
  • Fátima MAhas quotedlast month
    Y aun después de tanta hipocresía, incluso después de tanto esfuerzo emocional para unir palabra con palabra y que no salga una escupida, hay que ser muy hembra para soportar que los tres hijos de puta no te miren, que no te hablen, que para ellos seas igual de importante que la borra del café.
  • Fátima MAhas quotedlast month
    las órdenes existen porque hombres como él viven para cumplirlas. Y, por supuesto, papá se consideraba un héroe. Un héroe envejecido, que sentía el cansancio en la fibra más profunda de los huesos, pero que quería seguir en pie.

    Papá sabe que el poder no se cede. Se gana o se pierde.

    Y a él le había tocado perder.
  • Fátima MAhas quotedlast month
    Había logrado construir una épica hecha a su imagen y semejanza. Había logrado construir un país según sus propios moldes.
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