Los maestros que ocupan más espacio en mi memoria son, naturalmente, los que creaban alta tensión, los vívidos coloridos originales. No eran la mayoría, pero eran bastantes. En algunos había algo trágico que nosotros notábamos. Una situación de emergencia que tenía el siguiente aspecto: no saber si puedo ser querido por estos envidiables tontos que tengo frente a mí, no sé si podré ser querido, pero ¡al menos trataré de ser inolvidable!