Antes de comenzar, sin embargo, debo adelantar una pequeña advertencia. Lo que expongo en este capítulo es más especulativo que lo dicho en los anteriores, aunque trataré de argumentar que la hipótesis de que Jesús no terminó la cena pascual en el Cenáculo proporciona un contexto histórico verosímil para tres hechos narrados en los Evangelios que, de otro modo, serían desconcertantes: el voto de Jesús de no beber vino hasta la llegada de su reino, pronunciado durante la Cena; la descripción de su cercana muerte como de un cáliz que debía «beber», en Getsemaní, y ese gesto inesperado de beber vino en el último momento, antes de expirar en la cruz. Para desentrañar todos ellos, debemos volver al tema de la Pascua judía.