Este volumen, Levanto mi voz. Radiofonías (1967-1972), se presenta como un ejemplo de la vocación literaria y cultural de aquella generación de mujeres que, tras vivir la Edad de Plata, de encarnar el estereotipo de la nueva mujer moderna frente al caduco «ángel del hogar», vieron rotos sus proyectos vitales pero no se rindieron.