igual manera conviene interrogar acerca de la elección del término comida frente a gastronomía, que no obstante hemos mantenido en el subtítulo. Anteriormente hicimos referencia a lo abarcador que resulta el primer vocablo: alimentos, acción y reunión en torno al hecho de comer. En cambio, con la denominación de gastronomía —del gr. γαστρονομία— se alude usualmente al arte de preparar una buena comida o bien a la afición a comer regaladamente. No se nos escapa que etimológicamente “-nomía” —νομία, de la raíz de νόμος— significa ‘conjunto de leyes o normas’, pero entendido esto como regla consuetudinaria, por lo cual podríamos decir que con gastronomía se está haciendo alusión a la costumbre del estómago: los hábitos alimenticios de un grupo social. Curiosamente el vocablo culinario —del latín culinarĭus— también apunta a un arte, pero en este caso no se trata de elaborar una “buena comida” sino al hecho mismo de guisar —bien o mal parece no importar—, por lo cual con dicho término se entiende que se hace mención a aquello relativo a la cocina, sin que pese la consideración de Arte, con mayúscula, que sí está presente en gastronomía