Uno se quita tanto cuando vive en comunidad, se lima tantas partes para embonar con el otro, hasta que decir te quiero es un alivio, porque es confirmación de que valió la pena el sacrificio. Te quiero a pesar de lo que hemos perdido, te quiero y aprecio los límites tersos de los que te has hecho para que quepamos en la misma cama.