como una investigación de la fisiología de la historia, pero de la historia entendida no ya como un acontecer que le “pasa” al hombre y que así como le sucedió pudo haberle no ocurrido, mera continencia y accidente que en nada lo afecta, sino como algo que lo va constituyendo en su ser espiritual; la historia, por lo tanto, como una modalidad de lo que llamamos la vida