No sé qué decir, estoy en una especie de shock... adoré los debates que se dieron entre todas y cada una de estas mujeres. Me hicieron pensar mucho sobre cada una de sus preguntas y maneras de entender la vida. No estaba a gusto con el personaje de agust ni con las intervenciones que hacía al principio o el amor que profesaba. Aún no estoy segura si me agrada el personaje pero me gusta la vuelta que tuvo al final y todo lo que no dijo pero dejó que supiéramos. Me llevo muchas cosas de esta lectura pero, creo, una de las más importantes es la valentía que nos da el amor a la otra y así mismas.
No hacer nada. Quedarse y luchar. Marcharse.
Las tres opciones que las mujeres enfrentan en esta comunidad heteropatriarcal.
Ellas no saben leer, ni escribir. Todo su conocimiento ha sido sembrado por parte de los hombres de su alrededor, y aún así, se sientan a discutir sus futuros porque el silencio ya no es opción.
"Sabías que el período de migración de las mariposas y las libélulas es tan largo que a veces sólo llegan al destino final las nietas?". Creo que el siguiente dato que dice Ona en este hermoso libro, describe perfectamente lo que estas ocho mujeres, desde las jóvenes hasta las más ancianas, están a punto de hacer: emprender un viaje hacia lo desconocido, sin ninguna herramienta, lenguaje, etc... Sólo con la intuición, tal como las mariposas cuando emigran. Este acto de valentía para salvar a sus hijos de la opresión y el abuso que ellas han sufrido, será la semilla que germinará en los corazones de sus vástagos, quizá ellas mueran antes de ver los frutos de esa decisión, tomada por amor. Pero gracias a este paso sus hij@s lograrán llegar al final de ese viaje: construir una comunidad libre de prejuicios y reglas donde las mujeres no sean objetos y los hombres verdugos. Un libro bellísimo y esperanzador cuyas reflexiones son necesarias, más bien urgentes, en estos tiempos...