Como ya he comentado en la última característica expuesta en el apartado anterior, los dependientes son personas que necesitan agradar en exceso por su gran deseo de ser aceptadas y, en consecuencia, por su enorme terror a ser rechazadas. Esto es de lo más lógico, ya que si dependen únicamente del suministro afectivo externo es normal que busquen con desesperación aportaciones de dicho suministro o de ese “surtidor” imaginario, porque es el que utilizan casi en exclusiva