En esos momentos, siempre pendiente de no inclinarme hacia ningún lado, me asalta la duda. Cada elemento es susceptible de cambio, y si nos definimos por los elementos que nos componen, y estos elementos dejan de ser lo que son, ¿hasta cuándo podemos seguir llamándonos nosotros? ¿Qué queda de nuestra esencia cuando lo que nos identifica se pierde?