Veo la suerte bajo un nuevo prisma. Creía que era algo deseable que pudiera llegar a cualquier hombre sin que éste realizara esfuerzo alguno. Ahora, soy consciente de que no se trata de un acontecimiento que uno puede provocar. He aprendido, gracias a nuestra discusión, que para atraer la suerte, es preciso aprovechar de inmediato las ocasiones que se presentan. Por eso, en el futuro, me esforzaré en sacar el máximo partido posible de las ocasiones que se me presenten