En todas sus obras, en particular en los distintos tomos que constituyen El método, Edgar Morin propone los distintos macroconceptos que va construyendo como el andamiaje indispensable del pensamiento complejo. Así, por mi parte, trato de demostrar que las distintas investigaciones que he realizado tienen como pivote un macroconcepto de salud–enfermedad, el que he ido edificando de forma gradual y que debe considerarse, por ello mismo, como inacabado. Porque lo propio de los macroconceptos es su carácter provisorio, en tanto ofician como meras hojas de ruta, como un trazado de los hilos y vectores con que se anuda la complejidad; no se “definen” echando mano de un diccionario o una enciclopedia: en lugar de ello adquieren sentidos concretos a tenor de las aventuras del pensamiento en las que los caminantes los utilizan como guía. Más que un método (camino), sugieren una manera de caminar.