Nos parece un objetivo particularmente relevante puesto que el ciclo político y económico que caracterizó al primer tramo de este siglo ha finalizado. En primer lugar, porque la bonanza económica dio paso a una situación incierta, y al posneoliberalismo le siguió un panorama heterogéneo signado por giros a la derecha y centroderecha, situaciones difíciles de clasificar como los cambios en México en 2018, así como una vuelta a expresiones de centroizquierda en Bolivia en 2020. A esto se suma la pandemia del covid-19 en 2020, que tuvo en América Latina uno de sus epicentros, con cientos de miles de muertes y que afectó todas las dimensiones de la vida social.