De este modo, las mujeres han desarrollado una relación distinta con la homosexualidad. De hecho, se han convertido en aliadas decisivas en el asalto a la ciudadela donde se conservan las esencias de nuestros antepasados. Esta alianza natural de todos los homosexuales con las mujeres, a la que se suman legiones de bisexuales y heterocuriosos (caballo de Troya de la libertad), está logrando asaltar con éxito la fortaleza de las viejas esencias.