—. Amor mío… si tuviera que elegir, me quedaría con las pocas horas que he pasado contigo. Las prefiero a una vida entera al lado de otra mujer. No hacía falta que me escribieras suplicándome que te buscara. Llevo buscándote toda la vida. No creo que exista el hombre que posea todas las cualidades necesarias para ser tu marido… pero te suplico que me permitas intentarlo.