Tenemos que ser honrados con nosotros mismos. Tenemos que ver nuestras tripas, nuestra mierda real, nuestras partes más indeseables. Tenemos que verlo. Ése es el fundamento del guerrero y la base para vencer el miedo. Tenemos que afrontar nuestro miedo; tenemos que mirarlo, estudiarlo, trabajar con él y practicar la meditación con él.