En los días subsecuentes al “culiacanazo”, las columnas de opinión hablaban de que había un enorme descontento en la cúpula militar. La causa de los rumores fue que, el 22 de octubre, cinco días después de los hechos, Carlos Demetrio Gaytán, destacado general en retiro, dio un discurso en un evento de militares retirados al que asistió el secretario de la Defensa y la plana mayor de las Fuerzas Armadas. El discurso de Gaytán decía, entre otras cosas:
Nos preocupa el México de hoy. Nos sentimos agraviados como mexicanos y ofendidos como soldados. […] Vivimos en una sociedad polarizada políticamente, porque la ideología dominante, que no mayoritaria, se sustenta en corrientes pretendidamente de izquierda, que acumularon durante años un gran resentimiento. […] El [presidente de la República] viene propiciando decisiones estratégicas que no han convencido a todos, para decirlo con suavidad. Ello nos inquieta, nos ofende eventualmente, pero sobre todo nos preocupa, toda vez que cada uno de los aquí presentes fuimos formados con valores axiológicos sólidos, que chocan con las formas con las que hoy se conduce al país.10