, la vieja «concienciación» feminista continúa teniendo un valor enorme. Cuando se tratan temas como el aborto, las operaciones de estética, los partos, la maternidad, el sexo, el amor, el trabajo, la misoginia, el miedo, o cómo se siente una dentro de su propia piel, las mujeres siguen sin contarse muchas veces la verdad, excepto cuando están muy, muy borrachas.