Pero cuando acaban la obra todo desaparece
dejando ver la sólida y firme piedra de los muros.
De modo que si, amor, alguna vez tienes la impresión
de que entre tú y yo los viejos puentes se derrumban,
no temas. Podremos dejar que caiga el andamiaje, seguros
de que nuestro muro ya lo habremos construido.