Maricarmen Graue Huesca

  • Silvia Arenashas quoted2 years ago
    Algo había que hacer para que sus ojos no dejaran de ver lo que unos ojos normales. ¿Y qué son unos ojos normales? ¿Acaso todos ven lo mismo?
  • Silvia Arenashas quoted2 years ago
    Mi papá quiso hablar. No podía, estaba muy nervioso. Finalmente le dijo a mi mamá que mejor ella hablara. Me dijo que tenían que quitarme un ojo. Su cara parecía muy preocupada. Yo no me asusté ni lloré; era simplemente una noticia más. Ya estaba tan
    acostumbrada a toda clase de sorpresas con mis ojos que me daba lo mismo otra más, además a eso iba, a que me operaran del ojo.
  • Silvia Arenashas quoted2 years ago
    Imaginé que, probablemente, el lugar de un ciego en muchos pueblos es su casa, encerrado para no dar problemas ni lástima.
  • Silvia Arenashas quoted2 years ago
    De niña siempre hubo quien se responsabilizara por mis ojos, ahora todo estaba en mis manos.
  • Silvia Arenashas quoted2 years ago
    ¿Ver? ¿A costa de qué? ¿Luchar? La lucha había sido de toda la vida, y ya no sabía si valorar ese mínimo resto de luz que aún podría rescatar. Siete años había vivido sólo para un ojo, cediéndole mi vida entera, mi salud, mi alegría, mi vitalidad.
  • Silvia Arenashas quoted2 years ago
    Estaba harta de ser la heroína de mi propia vida. Quería ahora que la voluntad del destino decidiera por mí.
  • Silvia Arenashas quoted2 years ago
    Finalmente terminó todo con una cirugía el 15 de enero, y mi vida desde entonces se volvió más oscura desde mis ojos, pero más rica, sana, amable, interesante desde los otros ojos que se me han regalado.
  • Silvia Arenashas quoted2 years ago
    Las primeras veces que salí a la calle me sentía demasiado rara, con la sensación de ser toda yo unos gigantescos y mentirosos ojos verdes de mirada prestada. Poco a poco me fui acostumbrando a mostrarlos con naturalidad y hasta con coquetería. De vez en cuando noto reacciones ante ellos, parecen ser bastante llamativos. Mucha gente los halaga, y cuando esto sucede, me siento extrañamente deshonesta, por saber que literalmente no son míos, por saber que no pueden ver al que los mira, por mostrar en ellos un color que por supuesto no es el que la vida me regaló cuando nací, y porque ni siquiera yo puedo dimensionar su belleza.
  • Silvia Arenashas quoted2 years ago
    ¿Qué será lo que más me mueve de la mirada perdida? ¿La ciega ignorancia que vivo desde mis ojos? ¿La intrusa mirada del otro, que no distingo, pero que me ve, que me juzga?
  • Silvia Arenashas quoted2 years ago
    En esa breve confesión, Mariano se mostró ante mí como lo que es, una persona común, como yo, tan sólo marcada, también como yo, con la huella de una fatal casualidad de la vida.
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)