Una vez más, Marx es brillante al analizar el bando conservador: «Los señores Sanderson producen algo más que acero. Su fabricación de acero no es más que un pretexto para crear plusvalía. Los hornos de acero, las laminadoras, los edificios, la maquinaria, el hierro, el carbón, etc., hacen algo más que transformarse en acero. Están ahí para absorber trabajo excedente, y naturalmente absorben más en veinticuatro horas que en doce». Para ellos, «el trabajador, mientras dure su vida, no es más que fuerza de trabajo […] que se ha de dedicar a la autoexpansión del capital»