¿Pensaba el lector que formar palabras es siempre agregar? ¡Y un pepino! A veces formar es quitar, tirar la palabra para atrás. Esto se conoce en Lingüística como formación regresiva: creamos una nueva palabra eliminando de otra lo que falsamente entendemos que es un «añadido» (sufijo o prefijo). Ocurriría, por ejemplo, si creáramos un «apeto» desde apetito y ocurre con palabras que ya existen, como quienes hablan con mucha suficiencia de los entrenos para los entrenamientos de moto o quienes, con afán de tomarse un gazpacho, dicen que van al chiringo (y no al chiringuito)