Buscas un guía, un maestro, una persona que te diga cómo actuar y qué hacer para, realmente, si no funciona, echarle la culpa. Eso es no ser responsable y lo sabes en el fondo de tu corazón. ¿Y si funcionase? ¿También sería esa persona la responsable? Sabes bien la respuesta: solo tú puedes serlo, de lo bueno y lo malo