La materia, la energía y la información son tres estados de la masa —me explicó con paciencia—. Se puede convertir una en otra según las reglas de la conservación. Pero todo tiene su precio, así es este mundo. La materia se convierte en energía, la energía y la materia son necesarias para construir la información, y la información se puede volver a transformar en ellas de nuevo, pero no de cualquier manera, claro. Por encima de la masa crítica desaparece como barrida por el viento. Esa es la barrera de Dońda, los límites del incremento del conocimiento… Es decir, se puede seguir acumulando, pero solo de forma dispersa. Toda civilización que no se dé cuenta de ello se mete ella sola en la trampa. Cuanto más sepa, más cerca estará de la ignorancia, del vacío