El argumento ya no parte de elementos sobrenaturales o fantásticos, como sucedía en el cuento gótico, sino de la ciencia y la tecnología. Mary acababa de alumbrar un nuevo género, aunque este nacimiento era tan temprano que no se reconocería hasta mucho tiempo después. Autores como Julio Verne se llevaron el mérito durante décadas aunque, como dijo Isaac Asimov, irónicamente el «padre» de la ciencia ficción había sido una mujer de veinte años.