¿Quieres saber cuánto tienes de sabio? Vuelve la vista atrás; recuerda cuán a menudo has tropezado en esta vida, cuánto has errado, cuántas veces has caído, cuántas cosas vergonzosas, angustiosas y repugnantes has hecho, y entonces, si te atreves, llámate sabio. Pero dudo que seas tan osado.