Diëresis

sólo podemos satisfacerlo desde nuestro interior, reiniciando nuestra existencia, redescubriéndonos como seres valiosos e irrepetibles.

vida se nos escapa entre mil ocupaciones diarias, tal y como la arena se escurre entre los dedos.

e negarnos a que todas nuestras experiencias resulten intrascendentes, pura superficialidad vacía.

buscar, de vez en cuando, sentir la profundidad espiritual que radica en el mismo hecho de vivir.

Pocas cosas son tan intrínsecamente humanas y enriquecedoras como el sentido de la curiosidad

Pascal nos llama a detenernos y a emprender un nuevo camino, el que nos lleva hacia nuestro interior

ejar de ocupar nuestro tiempo y empezar, por el contrario, ¡a utilizarlo!

Se ha extendido la idea de que el camino hacia la felicidad es un camino suave y agradable cuesta abajo, en el que el conocimiento es algo más bien superfluo.

no basta con el tiempo para madurar, sino que lo fundamental para conseguirlo realmente, para abandonar el estado de infancia mental en el que gran parte de la humanidad pasa sus días, es hacernos plenamente responsables de nuestras acciones.

Pues no hay, para el hombre que vive libre, preocupación más constante y punzante que la de buscar un ser ante quien inclinarse.»