Inmaculada De La Fuente

Es posible que los hijos hubieran hecho de todos modos la comunión, pero las palabras, Moliner lo sabía, no son nunca inocentes, y en medio de la España de la victoria, tan delirante, había que hablar el mismo lenguaje del vencedor y asumir sus códigos; deliberadamente o por descuido, uno se podía exponer a la delación si utilizaba otros calificativos o nombraba las cosas como cuando existía libertad y el mundo no era monolítico, cuando las palabras podían escogerse y unirlas o separarlas a voluntad.

¡Ay, cuantas cosas perdidas
que no se perdieron nunca!
Todas las guardabas tú.
Pedro Salinas

Por otra parte María empezaba a sentirse escindida entre su pasión por la filología y la carrera de Historia, su especialidad.

No, lo suyo no era fiar las cosas a la memoria, sino captar su sustancia.

María, desde su base de Valencia, dedicó todas sus energías a extender las bibliotecas circulantes de Misiones. Los llamados misioneros acudían a los pueblos con proyecciones cinematográficas, gramófonos, obras de teatro y conferencias. Pero el rastro más duradero de su paso eran los lotes de libros que dejaban, germen de nuevas bibliotecas.

en 1933 Misiones había creado 3.151 bibliotecas rurales y por ellas habían pasado ya 198.450 adultos y 269.325 niños.

“He descubierto un filón con las madres de familia. Muestran generalmente un interés superior al de los hombres por las cosas de cultura y pienso utilizarlas en adelante como los auxiliares más eficaces”.

Estas, dice el maestro, “son más susceptibles de adquirir interés por la lectura, y ellas arrastran a los muchachos a leer”.

De todos modos, no era dada a sentimentalismos ni acostumbraba alargar los duelos. Tiene demasiada actividad y se siente en paz con sus recuerdos. Tiene también demasiada fe en lo que hace para dejarse abatir.

Su propia ponencia, Bibliotecas rurales y redes de bibliotecas en España, era justamente una elaboración teórica de lo que ella hacía, su trabajo medular en ese periodo.