TODAS LAS CARTAS DE AMOR…
Todas las cartas de amor son
ridículas.
No serían cartas de amor si no fueran
ridículas.
También yo escribí en mis tiempos cartas de amor,
como las demás,
ridículas.
Las cartas de amor, si hay amor,
tienen que ser
ridículas.
Pero, al final,
solo las criaturas que nunca escribieron
cartas de amor
son
ridículas.
Quién volviera al tiempo en que escribía
sin prestar atención
cartas de amor
ridículas.
Lo cierto es que hoy
mis recuerdos
de aquellas cartas de amor
son
ridículos.
(Todas las palabras esdrújulas,
como los sentimientos esdrújulos,
son naturalmente
ridículas.)