La novela, como habrá usted notado en sus lecturas de Sterne, Balzac, Dostoievski, Proust o Joyce, no solo narra hechos; también nos da acabados pensamientos, teorías, conceptos e ideas. Recordemos que Marx dijo alguna vez que había aprendido más de las luchas de clases sociales en Francia a través de la pluma de Balzac que leyendo los muchos tratados de economía política que consultó.