Todas las noches, en sueños, me acuesto con alguien que no es X. Hoy, con aquella novia tetona que tuve hace tiempo. Ayer, con el tío cachas ese de mi pueblo. Cada noche alguien distinto, pero siempre alguien que no es X. Y confieso que me gusta. Y lo paso mal, muy mal. Y una vez despierta me sigue pareciendo verdad, que todavía estoy en el sueño, que le he puesto los cuernos a X, una y otra vez, con sentimiento de culpa pero con desvergüenza repetida. Y eso una noche, y otra noche, y otra más.