Tomás Fernández Aúz

  • Carlos Vasquezhas quotedyesterday
    Los Ewell responden inconfundiblemente a la imagen de lo que los estadounidenses del Sur (y un montón de gente más) denominan «escoria blanca».
  • Carlos Vasquezhas quotedyesterday
    Uno de los símbolos más contundentes y familiares de las actitudes retrógradas que se asocian con este grupo social desfavorecido es el que mostraron los periódicos y las cámaras de televisión en 1957 al captar el enfurecido rostro de los blancos que protestaban en un acto de integración escolar que tuvo lugar en Little Rock, Arkansas.
  • Carlos Vasquezhas quotedyesterday
    Por consiguiente, los Ewen no son simples figurantes del drama histórico de Estados Unidos. Su trompicada peripecia arranca con el siglo XVI, no en los albores del XX. Es una emanación de las políticas coloniales británicas enfocadas al reasentamiento de los pobres, una consecuencia de un conjunto de decisiones llamadas a condicionar los conceptos de clase estadounidenses y a dejar una huella indeleble en su cultura.
  • Carlos Vasquezhas quotedyesterday
    Estados Unidos ha sido siempre, en toda su historia, un sistema de clases. No se trata únicamente de que el uno por ciento de su población sea la que dirija el país ni de que esa exigua élite de privilegiados cuente con el apoyo satisfecho de la clase media: si queremos explicar la identidad de la nación no podemos seguir haciendo caso omiso de las capas estancadas y desechables de la sociedad.
  • Carlos Vasquezhas quotedyesterday
    El problema es que, por lo común, la narrativa de la historia popular de Estados Unidos apenas hace referencia a la existencia de las clases sociales.
  • Carlos Vasquezhas quotedyesterday
    Los principales promotores de la idea de América presentaron sus planteamientos con mucho aplomo y ofrecieron la visión de una república moderna capaz de revelarse revolucionaria en términos de movilidad social en un mundo dominado por las monarquías y las aristocracias prefijadas.
  • Carlos Vasquezhas quotedyesterday
    Sin embargo, la pedestre realidad era, y sigue siendo, considerablemente distinta. Lo que hicieron los colonos británicos fue promover —en un sentido perfectamente literal, como veremos— un doble plan de acción: el primero pasaba por reducir la pobreza en Inglaterra, y el segundo consistía en trasladar a la población ociosa e improductiva al Nuevo Mundo.
  • Carlos Vasquezhas quotedyesterday
    Al concebir las clases inferiores como «castas» incurables e irreparables, este estudio replantea las relaciones entre raza y clase. Además de su intersección con la raza, la clase social cuenta por sí sola con una pujante dinámica propia y singular.
  • Carlos Vasquezhas quotedyesterday
    Apostando a lo grande, los promotores de aquel proyecto prefirieron no imaginar América como un Edén de oportunidades, sino como un gigantesco montón de escombros susceptible de ser transformado en un solar productivo. Se procedería a descargar en el Nuevo Mundo el sobrante de Inglaterra, es decir, sus gentes fungibles (su morralla humana). Su fuerza de trabajo produciría sus frutos en un remoto terreno baldío. Por duro que parezca, la población pobre condenada a la apatía, la hez de la sociedad, sería sencillamente enviada allá a fin de esparcir el estiércol y perecer en un yermo lodazal. Antes de adornarse del quimérico marbete de «ciudad encaramada en la cima de un monte»,[11] América era a los ojos de los aventureros del siglo XVI un páramo pestilente y cubierto de maleza, un «sumidero» únicamente apto para plebeyos mal criados.
  • Carlos Vasquezhas quotedyesterday
    La idea de una América concebida como la «gran esperanza del mundo» vino mucho después. La memoria histórica ha camuflado los orígenes menos nobles de ese continente al que acabaría asignándosele la etiqueta de «tierra de los hombres libres y hogar de los valientes».
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